Menos de un mes después de la moción de censura del PSOE y EH Bildu para colocar a Joseba Asiron en la alcaldía de Pamplona, el partido abertzale ha vuelto a demostrar su cercanía y connivencia con la banda terrorista ETA.
Los socios de María Chivite y Pedro Sánchez se han vuelto a negar a condenar los asesinatos, crímenes y extorsiones que durante más de 40 años cometió la banda terrorista ETA.
Geroa Bai (PNV), el partido que recogía las nueces, también se ha sumado a la misma postura, se ha negado a condenar a ETA y se ha unido al blanqueamiento de los cientos de asesinatos propiciados por ETA-Batasuna y defendidos ahora por los herederos de EH Bildu. La misma postura cercana y comprensiva con los criminales ha tenido el concejal de Contigo Navarra (Podemos-Sumar), Txema Mauleón. Los tres grupos, EH Bildu, Geroa Bai y Podemos-Sumar se han abstenido.
El grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona había presentado una declaración para condenar «de manera clara y rotunda» el terrorismo de ETA, sólo unas semanas después de la moción de censura que apartó a Cristina Ibarrola de la alcaldía de Pamplona el 28 de diciembre.
El texto de UPN pedía condenar el terrorismo de ETA, así como las agresiones e insultos de la calle Curia durante los Sanfermines, la celebración de actos de exaltación del terrorismo o los homenajes a presos. Además, condena expresamente el asesinato de Tomás Caballero, concejal y portavoz de UPN asesinado por la banda terrorista en 1998.
Por su parte, el PP había pedido la condena de todos los atentados cometidos por la banda terrorista ETA, el recuerdo a todas las víctimas del terrorismo y la exigencia a ETA y a su entorno «del esclarecimiento de todos los crímenes que aún quedan sin resolver con la petición de un perdón sincero y sin fisuras a las víctimas del terrorismo y sus familias».
Durante el debate del texto, los socialistas, de la mano de su portavoz, Marina Curiel, se han mostrado tremendamente enfadados por tener que condenar a ETA delante de sus socios abertzales de EH Bildu. Lo han hecho a regañadientes y con una intervención fugaz en la que han recriminado a UPN y PP, que «ya no estamos en 1994».
Koldo Martínez, portavoz de Geroa Bai-PNV, ha sacado a relucir el franquismo y ha asegurado que a su abuelo lo asesinó la Guardia Civil en 1936, explicación que le ha servido para no condenar el terrorismo de ETA y justificar su cercanía y blanqueamiento de EH Bildu. «Todos hemos cambiado», ha sentenciado Martínez, que ha asegurado que ya han pasado 12 años desde el fin de ETA mientras sacaba a relucir el franquismo y aseguraba que un asesino que ha cumplido sus penas puede reintegrarse en la sociedad con toda paz.
Los regionalistas de UPN han señalado que «PSN y EH Bildu, tal y como se expresó en el acuerdo alcanzado entre ambas formaciones para hacer alcalde a Joseba Asiron, se comprometieron a trabajar por ‘el reconocimiento y reparación de las víctimas del terrorismo de ETA y de todas las violencias’». Para UPN, esta afirmación supone que «el PSN compra el lenguaje ambiguo de EH Bildu para referirse al terrorismo de ETA, lo cual nos parece muy grave».
Por este motivo, UPN había incorporado al Pleno una declaración «para que todos los concejales de este ayuntamiento manifiesten de manera clara y rotunda su compromiso para condenar el terrorismo de ETA y el rechazo de la utilización de la violencia para defender proyectos políticos».
La declaración presentada por UPN pretendía «no solo condenar el terrorismo de ETA, sino también las agresiones e insultos de la calle Curia, la celebración de actos de exaltación del terrorismo o los homenajes a presos». Además, propone «condenar expresamente» el asesinato de Tomás Caballero, concejal y portavoz de UPN asesinado por la banda terrorista en 1998.
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