Agricultores y ganaderos participantes en las protestas llevadas a cabo con sus tractores en las últimas semanas en la capital navarra han comenzado a recibir multas remitidas por el Ayuntamiento de Pamplona por acceder sin permiso al Casco Viejo de la ciudad y por aparcamiento indebido.
Lo han confirmado fuentes del consistorio, después de que desde el movimiento 6F que agrupa a los profesionales del sector primario protagonistas de diversas protestas en demanda de mejoras para el sector, hayan señalado que las sanciones suman hasta el momento más de 30.000 euros.
Tras lamentar que su petición de reunirse con el alcalde, Joseba Asiron, haya sido denegada, desde el movimiento 6F explican que sus movilizaciones les han llevado en las últimas semanas a transitar por Pamplona «y finalmente a estacionar, siguiendo las indicaciones de Policía Municipal».
«Por esto mismo, no entendemos el aluvión de denuncias que han llegado y siguen llegando, por aparcar nuestros tractores, tal y como nos indicaban los propios agentes«, por lo que anuncian que han iniciado los trámites para recurrir, «pero seguimos sin recibir respuesta al porqué de las multas, cuando la propia Policía Municipal nos aseguró que no iban a producirse».
Al respecto, fuentes del consistorio han confirmado que durante los primeros días de protesta no se multó a estas personas, aunque sí comenzó a hacerse cuando varias semanas después continuaban las infracciones, que conllevan sanciones de 200 euros, rebajadas a cien euros por pronto pago.
Fundamentalmente son multas por entrar sin autorización al área restringida del Casco Viejo, donde el sistema de videovigilancia actúa por defecto, y por aparcamiento indebido, en el caso de los tractores estacionados en el centro de la ciudad.
En ese sentido, las mismas fuentes han negado los argumentos de los miembros del colectivo 6F, y han asegurado que «los agentes no les dijeron dónde tenían que aparcar, sino que si se quedaban ahí al menos se retiraran en uno para asegurar que el otro quedaba libre».
Por otro lado, en su comunicado los agricultores y ganaderos se han referido a los incidentes ocurridos en Cabanillas cuando varios de ellos fueron retirados a la fuerza por la Policía foral cuando impedían el paso del vehículo de la presidenta navarra, María Chivite, que califican de brutales palizas desmesuradas».
«Condenamos las palabras de todos aquellos políticos que quieren condenar, manipular, criminalizar todos nuestros actos de libre expresión«, subrayan para negar que este movimiento sea «de extrema derecha ni izquierda. Somos rurales, que les quede claro», dicen.
Además, avanzan su intención de seguir acudiendo «a todos los actos de este gobierno a manifestarnos, pues no pensamos en seguir de rodillas viendo como matáis nuestro sector. Si queréis nuestra desaparición, como estáis demostrando, moriremos de pie y luchando», zanjan.
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