Después de más de tres años bloqueando le reforma del paseo Pablo Sarasate de Pamplona junto al Partido Socialista de Navarra, este jueves, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, ha anunciado el inicio de los trámites para la reurbanización del paseo.
Según ha dicho, se hará «según los criterios genéricos de plataforma única y de conservación del arbolado» y «será una realidad en la primavera de 2026, con un gasto previsto de 10,4 millones de euros«.
Según Asirón, este es «uno de los proyectos que probablemente más simbolismo tienen para la ciudad», que surge «como fruto del consenso» entre EH Bildu, Geroa Bai, Contigo y PSN y «tomando como base el proyecto ZIP, que fue el que mayor consenso concitó de los tres finalistas».
Sin embargo, ha añadido que «aspiramos a que el apoyo que reciba este proyecto ilusionante sea unánime«. «Entendemos que los proyectos de ciudad, como este, nos pertenecen a todos y todas y que así se tienen que idear. Por eso animamos también a la oposición a unirse a este trabajo, a unirse a este consenso, porque estamos seguras y seguros de que podrían enriquecerlo con sus aportaciones», ha remarcado.
Además, ha apuntado que «no concebimos esta intervención desde un punto de vista urbanístico, sino que aspiramos a que este espacio se convierta en un museo al aire libre» y que «manifieste un simbolismo específico» respecto a la persona que da nombre al propio paseo. «Nuestra intención es que haya una figura realista, de corte naturalista, de Pablo Sarasate en algún lugar del paseo. No nos parece muy lógico que no haya ninguna referencia a esta persona que fue tan importante en la historia de Pamplona, y que dicha persona no tuviera alguna referencialidad dentro del nuevo paseo», ha anunciado. Según Asiron, «serán los encargados del proyecto quienes propongan la mejor de las ubicaciones para esta futura estatua».
Por otro lado, ha señalado que «un criterio esencial» ha sido el de «intentar minimizar las molestias a la ciudadanía». Por eso se prevé que «en fechas señaladas del calendario, como puedan ser Navidades o San Fermín, por ejemplo, los trabajos disminuyan o incluso lleguen a paralizarse». De esta forma, está previsto que el plazo de ejecución de obras se alargue durante 15 meses. La actuación, que comenzará en febrero, se ha planteado por fases, «para poder ir abriendo paulatinamente espacios».
Ha esperado Asiron que este espacio se convierta en «un auténtico punto de encuentro» y ha planteado que el paseo «pudiera tener su continuidad por la calle ciudadela hasta enlazar con el Paseo de Arazuri y de allí con el Parque de la Taconera, creando un continuo». «Me pregunto si no sería esta una magnífica forma de consolidar, incluso de ampliar la actual zona de bajas emisiones para seguir avanzando en el reconocimiento de Pamplona como una ciudad comprometida con la transición ecológica», ha subrayado.
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