El ascensor urbano del Grupo Urdánoz de Pamplona va a dejar de ser un horno en verano. Así se desprende de las obras de mejora realizadas en el mismo después de que el Ayuntamiento de Pamplona, que rige el abertzale Joseba Asirón, decidiera cerrarlo sin previo aviso a los vecino a comienzos del mes de enero.
Tras dos meses de obras, la reforma está prácticamente terminada, por lo que se prevé que quede abierto al público este mismo mes de marzo.
La intervención ha consistido en la sustitución del pavimento de chapa lagrimada existente y su sistema de apoyo, un forjado de chapa colaborante que provocaba temperaturas superiores a los 50 grados en días de sol y calor, generando graves molestias a los usuarios, pero especialmente, provocando malos funcionamientos del ascensor en sí por el sobrecalentamiento.
En su lugar, se ha colocado un nuevo sistema formado por perfiles de aluminio fresado sobre perfiles conformados de acero inoxidable de sujeción. También se ha sustituido el revestimiento lateral, originalmente de chapa lagrimada, por una placa fenólica compacta que evitan problemas por sobrecalentamiento superficial en jornadas de altas temperaturas.
Además, se ha elevado el nivel de la barandilla para cumplir con los parámetros de seguridad, tras el recrecimiento experimentado por el suelo. También se ha actuado sobre las ménsulas de apoyo de la pasarela que se habían visto afectadas por el agua y la humedad y presentaban corrosión superficial.
El ascensor, inaugurado el 3 de julio de 2013, salva un desnivel de 25 metros, desde la calle Remiro de Goñi en Echavacoiz Norte, hasta el Grupo Urdánoz. Su construcción supuso también la urbanización del acceso a la nueva infraestructura.
Éste es uno de los dos ascensores urbanos del barrio, ya que existe otro en el entorno de la calle Concepción Benítez que, mediante dos elevadores distintos situados entre los edificios y con trayectos concatenados, mejora la movilidad en Echavacoiz.
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