Tengan mucho cuidado, ya han sido sancionados casi 2000 conductores el la milagrosa y el entorno de Aranzadi, el Ayuntamiento de Pamplona advirtió de su presencia antes de su entrada en funcionamiento y en el acceso a las dos calles existe una señal que advierte de la posible infracción, y por tanto, de la multa que puede caerle al conductor que infrinja la norma. Y a pesar de todo, las dos nuevas cámaras / radares de Pamplona se están hinchando a poner multas.
Hablamos de las cámaras de videovigilancia instaladas tanto en el barrio de la Milagrosa, como en el entorno de Aranzadi, que están facultadas para sancionar a los vehículos que en el primero de los casos, atraviesen una zona peatonal y en el segundo, permanezcan más de 20 minutos en la calle.
La primera de ellas se encuentra en en la confluencia de las calles Joaquín María Guelbenzu y Manuel de Falla. Tras las obras de reurbanización y semipeatonalización del barrio, los vecinos advirtieron al consistorio de que continuamente había coches que circulaban por la calle Guelbenzu y que atravesaban la plaza peatonal que se forma a la altura del bar El Mochuelo. Hasta el comienzo de las obras, se podía circular perfectamente por ese tramo hasta desembocar en la avenida de Zaragoza, pero tras las obras, no hay más remedio que girar a la derecha en Manuel de Falla, por donde no hay salida, o la izquierda por la misma calle Manuel de Falla, que también está semipeatonalizada, para desembocar en Blas de la Serna.
Y es una ratonera en la que varios cientos de conductores han caído. La principal causa es el desconocimiento de este cambio en esa zona de la ciudad y la segunda es que para poder acceder desde la calle Guelbenzu a la avenida de Zaragoza hay que dar un rodeo considerable por multitud de calles de la Milagrosa, teniendo que descender prácticamente hasta la calle Tajonar para embocar la avenida de Zaragoza casi al principio.
Muchos conductores que desconocían la presencia de la cámara terminaron por atravesar los escasos 30 metros peatonales del parque y cayendo en las redes de la cámara de videovigilancia; y por lo tanto, siendo sancionados.
Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Pamplona, desde la entrada en funcionamiento de la cámara el pasado mes de mayo y hasta finales del mes de septiembre un total de 1.054 ciudadanos habían sido sancionados por atravesar esos escasos 30 metros de la calle Guelbenzu.
La otra cámara que multa en similares circunstancias es la instalada en el acceso a la calle Vuelta de Aranzadi desde la calle Vergel. Se trata de una travesía también recientemente reurbanizada por el Ayuntamiento que conduce directamente y sin salida a Casa Gurbindo para regresar a la calle Vergel por delante de la Escuela Taller Aranzadi.
La cuestión es que con el objetivo de «reducir el volumen de vehículos de motor, garantizar el tránsito seguro de peatones y ciclistas y permitir un acceso ordenado de ciudadanos hasta las huertas y otros centros y servicios del parque de Aranzadi«, el Ayuntamiento decidió convertir toda la calle en zona de acceso controlado.
Así, se decidió que los vehículos que accedan al lugar dispongan de un tiempo máximo de 20 minutos para abandonar el recinto, tiempo que se controla por cámaras tanto a la entrada como a la salida. Un sistema inteligente ubicado en el parking de las Huertas de Aranzadi discrimina a los vehículos que han estacionado en su interior de los que no, multando a todos aquellos que, como hasta antes de la reurbanización, podían aparcar en la calle libremente.
El resultado son 804 multas desde que entró en funcionamiento la cámara, 626 por exceder los 20 minutos marcados, 174 por circular en dirección prohibida, y otros cuatro por otros motivos.
De esta forma, sumando las 804 multas de la cámara de Aranzadi y las 1054 de la cámara de Guelbenzu, suman un total de 1.858 sanciones de 200 euros, que por pronto pago se quedarían en 100 euros; es decir, un mínimo de 185.000 euros de recaudación, si es que todos pagaron antes de que expirara el plazo de pronto pago. Y todo ello sólo con esas dos cámaras, es decir, sin contar el resto de los radares instalados por la ciudad.
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